domingo, 30 de enero de 2011

DESDE QUEJIGALES AL PEÑON DE RONDA

Hoy hemos intentado subir al Peñón de Ronda (1.297 m) y no lo hemos conseguido. El agua, el barro, los estrechos senderos, la peligrosidad del recorrido, los resbalones, los desniveles entre collados, las empinadas laderas y la escasez de tiempo, nos lo impidieron. Otro día será. Pero eso no fue óbice para que disfrutáramos de espléndidos paisajes, a veces deforestados, otras cubiertos de nieve, entre pinsapos y pinos, pero siempre acompañados por el suave arrumaco de los miles de pequeños arroyos y escorrentías que alegremente corrían por esta sierra malagueña de Las Nieves, donde, haciendo honor a su nombre, nos despidió con una rociada de suaves copos de nieve cuando finalizábamos nuestra ruta. En la foto el Peñón de Ronda

domingo, 23 de enero de 2011

ARCOS Y BORNOS

Hoy teníamos prevista la subida al Pico de la Silla, pero la lluvia y el viento nos obligó a cambiar la ruta y decidimos ver el Pico de la Silla desde muy lejos (desde Bornos), que es la fotografía que veis aquí arriba, y las únicas sillas que vimos de cerca fueron las de los bares de Arcos de la Frontera y de Bornos, donde nos fuimos de visita gastronómica-cultural. Arcos es la puerta de los pueblos blancos, y fue declarado Conjunto Histórico- Artístico; el nombre de la ciudad se debe a los arcos que engarzan la fascinante arquitectura urbana, en un entresijo de calles recoletas y empinadas que se conjuga con amplios y luminosos espacios. Bornos conserva una arquitectura de inspiración mora; su casco histórico gira en torno a la torre fortificada de Fontanar, construida por los árabes con fines militares pero reformada y ampliada en época renacentista para su uso residencial por los duques de Alcalá de los Gazules, y actualmente es famoso por su embalse del Rio Guadalete.

domingo, 16 de enero de 2011

CASTAÑO DEL ROBLEDO

Día de niebla para nuestro tranquilo recorrido desde Castaño del Robledo hasta Santa Ana la Real, entre castaños desnudos y encinas vestidas de musgo, por húmedos caminos y con visita obligada a los Chorros de Santa Ana, que son una espectacular caída de agua que, en varios niveles, desciende unos 50 m. Tras visitar Santa Ana la Real, regresamos por el mismo camino pero ya admirando este paraje natural de gran belleza que lucía bajo un vespertino sol en todo su esplendor, en pleno corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, comiéndonos el bocata cobijados por los muros de la iglesia de Castaño del Robledo. (Ver en Wikiloc).